miércoles, 12 de septiembre de 2012

Un nuevo romance. Capítulo 4



Los dos cayeron por la cascada, con Akkaku fuertemente abrazado a Maya.  Al llegar al fin de la caída, Akkaku se apresuró a llevar a su preciada carga hacia la orilla. Entonces descubre que no respiraba, rápidamente se sitúa a su lado, le toma el mentón para levantarle el rostro y junta sus labios con los de ella e introduce el aire de sus pulmones. Introduce otra bocanada de aire pero la chica no responde, coloca sus manos sobre su pecho y lo presiona un, dos, tres... hasta quince veces. Repite este proceso varias veces, se preocupar cada vez más, ya que no daba señales de vida. Si no llegaba a despertar él nunca podría soportarlo. Empieza a apretarle el pecho con más fuerza, cada vez más preocupado, hasta que oye a Maya toser y escupir agua. Akkaku sonríe y se tranquiliza.

La lleva en brazos hasta una cabaña abandonada (Maya estaba dormida) y la acuesta en el suelo. Se queda embobado al verla y piensa en lo bella que es. Su mirada pasa a sus labios, les había parecido deliciosos, sin poder ni querer evitarlo la besa muy dulcemente. En ese momento maya se despierta y entreabre los ojos, se sorprende durante una fracción de segundo pero se hace la dormida porque a ella también le gustaba. Al separarse Akkaku se va de la cabaña para dejarla dormir sola y Maya se toca los labios y cierra los ojos mientras suspira: "Akkaku".

Al día siguiente, ella se levanta pero nota que tenía torcido el tobillo. Consigue salir de la cabaña, mira a Akkaku, está sentado en el suelo con la espalda contra la pared (durmiendo), se acerca a su rostro y lo mira dormir, se acuerda del beso y se sonroja. Entonces Akkaku se despierta y la pilla mirándolo muy de cerca, se sorprende, Maya intenta alejarse sobresaltada pero olvida su tobillo herido y tropieza, estuvo a punto de caer pero Akkaku la rodeó con sus brazos e impidió la caída. Se volvieron a mirar a los ojos quedando embelesados por los del otro, quedando un rato en silencio hasta que Akkaku lo rompió.

-Te has herido?

Maya se despierta y contesta.

-De... Debió ser al caer al rio. Me duele un poco

-Puedes andar?

-No creo.

Akkaku se dio la vuelta y se hincó levemente para ofrecerle su espalda.

-Sube

Maya obedeció y se subió, Akkaku era casi tan rápido como su padre. Se pasaron todo el camino en silencio. Akkaku pensó que ella olía muy bien.

Al llegar Kagome fue rápido hacia ellos, estaba llorando, Maya la tranquilizo diciéndole que estaba bien, pero al bajar de Akkaku hizo una mueca de dolor que Kagome vio. Le pidió a Akkaku que la llevara dentro de la cabaña, pero Inuyasha se le adelantó y cogió a Maya en brazos, le dirigió una mirada fulminante a Akkaku y la llevó dentro de la cabaña. Dejando al pobre chico allí solo, sabiendo que si entraba no sería bien recibido.

1 comentario:

  1. Muy tierna la historia, me parece muy buena y la voy a seguir leyendo.

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